Idea y Orígenes / Las sagas > Gudrun
Las pinturas murales del Vestíbulo Superior muestran escenas de la Saga de Gudrun, continuación de la Saga de Sigurd.
Gudrun da la bienvenida a sus hermanos.
Pintura mural del Vestíbulo Superior,
Wilhelm Hauschild, 1883/84
Foto: K. u. W. Kienberger, Lechbruck
Tras la muerte de Sigurd la doliente Gudrun se retira a casa de su hermana Thora y borda un tapiz con los hechos heroicos de sus antepasados. Tres reyes solicitan su mano, entre ellos Atila, el rey de los hunos, con el que Gudrun se casa presionada por su madre. Más que en ella, en lo que Atila está realmente interesado es en el tesoro de los nibelungos, que tras la muerte de Sigurd se encuentra en manos de la estirpe de Gudrun. Al tesoro va unida la posesión del funesto anillo, cuya mortífera maldición pronto causará sus efectos.
El rey Atila invita a la corte a los hermanos de Gudrun, Gunnar y Hogni. Sin embargo éstos, intuyendo las intenciones de Atila , han sumergido previamente el tesoro en el Rin. Los hunos asaltan a sus huéspedes: mientras a Hogni, estando aún vivo, le es arrancado el corazón, a Gunnar se le arroja atado a la torre de las serpientes. Gudrun, después de esto, celebra un banquete funeral en honor a sus parientes guerreros: y como venganza por el cobarde asesinato de sus hermanos, Gudrun mata a los dos hijos que había engendrado con Atila. En sus cráneos le sirve a éste la sangre de los niños mezclada con vino y le presenta de manjar sus corazones asados. Cuando Gudrun, después del banquete, le revela la verdad de los hechos Atila se estremece espantado. Después, Gudrun apuñala a Atila mientras duerme y prende fuego con una antorcha a la sala en la que duermen los súbditos del rey de los hunos. Se arroja al mar, para quitarse la vida, pero es arrastrada hasta la otra orilla, hasta el castillo del rey Jonakur, que se casa con ella.
La saga aún no ha tocado a su fin. Muerte y perdición continúan, hasta que desaparece toda la dinastía de los nibelungos.
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